A inicios del siglo XVI, dirigentes de Florencia encargaron a
Leonardo, entonces en el momento álgido de su carrera, pintar un enorme
fresco que celebrara la victoria de la República de Florencia sobre los
milaneses en una batalla en las llanuras de Anghiari que tuvo lugar el
29 de junio de 1440.
Leonardo, que calificaba la guerra como "la locura más
bestial", dibujó un grupo de caballos y jinetes combatiendo con fiereza. Durante 500 años se le llamó el fresco de La batalla de Anghiari
Abandonó el proyecto un año después de empezar, probablemente
porque una técnica experimental para los frescos no tuvo éxito. Pero
parte de sus estudios preparatorios se han conservado, además de las
copias de otros artistas del fresco original.
Todos los restos del original se perdieron más de 50 años
después cuando Giorgio Vasari renovó la gran Sala dei Cinquecento en el
florentino Palazzo Vecchio y se le ordenó pintar otro fresco, La batalla de Marciano, para cubrir las paredes de mayor altura.
Algunos creen que Vasari no soportaba destruir una obra de
Leonardo, por lo que construyó una nueva pared con un pequeño espacio de
aire para preservar lo que quedaba de la obra de Da Vinci
Rubens copia de La batalla de Anghiari
Leer más en Wikipedia y en EL PAIS 12/3/2012